| 要約: | En este tercer informe se retoma el aspecto de la evaluación que se gesta en el interior de la experiencia, a partir de la utilización del portafolio de evaluación dinámica. El objetivo es fundamentar la evaluación de los aprendizajes según el paradigma constructivista.
El paradigma constructivista constituye un marco epistemológico y pedagógico, que se caracteriza por las siguientes premisas conceptuales: el conocimiento se construye; el sujeto es constructor de su conocimiento; la realidad es una construcción social y humana; la verdad es humana, relativa e histórica; los sujetos construyen su conocimiento mediante mecanismos o estrategias que pueden ser biológicos, sociales, culturales e históricos. En este sentido, se hace indispensable replantear la evaluación desde una visión dinámica, flexible e integradora de los procesos de aprendizaje.
La evaluación de la experiencia se llevó a cabo por medio de portafolios, técnica que provoca reflexiones y cambios de actitud en los participantes. El portafolio les permite a los participantes tener conciencia de sus propios procesos cognoscitivos, de aprendizaje, de significación de sus experiencias y de las reflexiones surgidas. Al inicio, algunos niños consideraban la evaluación desde la concepción tradicional, es decir, como sinónimo de cuantificación y competencia entre ellos en una forma individualista de considerar el trabajo conjunto con su compañero en la computadora. La posibilidad de participar en la organización y definición de la evaluación les proporcionó a los niños un compromiso con la experiencia. Así, fueron construyendo un nuevo concepto de evaluación mediante la discusión, el análisis y la participación en las actividades, y no centrado en la búsqueda y penalización de los errores, sino en su utilización creativa y potencializadora.
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